viernes, 9 de enero de 2009

BIENVENIDOS A ESTE BLOG

holaa!!
somos ruth y esther.
en este blog vamos a aportaros alguna informacion sobre los derechos humanos.
esperemos que os guste.

EL ASESINATO DE ÁLVARO USSÍA


El asesino de Álvaro Ussía no fue un portero sino un "un amigo de la casa"

(PD).- El joven Álvaro Ussía no fue asesinado por un portero sino por un amigo de los dueños de la discoteca que no bebía alcohol pero "ayudaba" a sus trabajadores.
"Un amigo de la casa”. Así califica El Mundo al gorila que machacó a golpes, ayudado por otros dos facinerosos, al joven Álvaro Ussía.


la víctima, un chaval de apenas 18 años, perdió la vida el pasado viernes tras una brutal paliza en la discoteca Balcón de Rosales de Madrid. Su verdugo no era en realidad portero, sino cliente preferencial.


Se llama Pitoño Sánchez Serrano, el "presunto" asesino de Álvaro Ussía, no trabajaba como portero en la discoteca madrileña El Balcón de Rosales, sino que era cliente e íntimo de los dueños de la empresa que daba servicio al local.


Los reporteros de EL MUNDO afirman que el homicida de Álvaro no bebía alcohol, pero iba a la barra, departía con los porteros y llevaba comida a los trabajadores. Era amigo de la casa.
“Este en dos minutos se espabila”
Alberto Mendoza recoge en El Confidencial el testimonio de uno de los mejores amigos de la víctima.


Álvaro Ussía y R. siempre iban juntos. También la madrugada del pasado sábado, cuando Álvaro fue golpeado hasta la muerte por tres porteros de la discoteca madrileña El Balcón de Rosales, ahora en prisión.


R. relata cómo observó a Antonio S.S. golpear con sus rodillas el pecho de Álvaro, mientras él salía despedido varios metros por los empujones de otro portero, que evitó que auxiliara a su amigo.


Eran en torno a las cinco de la madrugada. Álvaro se estaba despidiendo de sus amigos y se disponía a volver a casa. Entre bromas, empujó a R., quien tropezó con una chica.


“La pisé sin querer. Ella puso cara de dolor, así que le pedimos perdón”, explica el amigo de Álvaro. Pero la chica avisó a uno de los porteros, que resultó ser su novio.


“El portero dijo que le acompañáramos fuera”, recuerda. Álvaro se negó, alegando que ya se habían disculpado y no había pasado nada, pero los ‘puertas’ fueron inflexibles.


“Vinieron tres y lo sacaron del cuello fuera de la discoteca”, señala R., quien insiste: “Álvaro era mi amigo y estuve todo el tiempo con él”.


Una vez en la calle, Álvaro y los porteros intercambiaron insultos, por lo que, para evitar que la situación empeorara, R. tomó del brazo a su amigo y lo alejó del local. Sin embargo, Álvaro, indignado por la actitud de los porteros, se dirigió de nuevo hacia la discoteca. “Al verle, llegaron los tres porteros corriendo, lo cogieron y comenzaron a pegarle”, denuncia R.
“A mí uno de ellos también me pegó y me empujó varios metros para que no pudiera ayudarle. Al levantarme vi a Antonio S.S. golpear con sus rodillas en el pecho de Álvaro. Luego, los otros se unieron a pegarle patadas en los costados”.


Según este testigo, cuando los agresores quedaron satisfechos, Antonio S.S. espetó: “Este en dos minutos ya se espabila”.


Sin embargo, Álvaro ya no volvería a despertar. Sus amigos trataron de reanimarlo sin éxito. Los servicios de emergencia lo transportaron todavía con vida al hospital Clínico, donde esperaba R., que había llegado unos minutos antes en su propio vehículo. A los treinta minutos le comunicaron que su amigo había fallecido.